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© Luis Felipe Hernández, México,
salvo especificación en contrario.
agosto 20, 2004
Sexto intento. ¿Hay quien pueda entenderlas? De verdad, ¿hay uno en el planeta que pueda decir "Sí, yo las entiendo"?
Integrales puedo hacer
ecuaciones resolver
más no he de entender
que no quieras más
placer
¿por qué?
Acordamos sostener
la visita conyugal
pese a que, tal vez,
pareja fuese a haber
¿por qué?
Clara,
claro no es
que suspendas
la visita conyugal
y me siento
tan, tan mal
que la matemática
no sirve más
A un modelo no lineal
solución le puedo dar
más no sé explicar
tu retiro en lo sexual
¿por qué?
Estadística está bien
probabilidad también
más está muy mal
que no haya ya más
gozar
¿por qué?
Clara,
claro no es
que suspendas
la visita conyugal
y me sabe
tan, tan mal
que no sirve
el lado racional
Clara,
claro no es
que te alejes
de mi lecho
así nomás
y menos
sólo por-
que ahora hay
en tu vida
un nuevo galán.
agosto 18, 2004
Quinto intento. Un profesor de enseñanza media en un colegio de monjas, acusado de haber tenido relaciones con una pupila, llamémosla Candy, debe huir. Otra quinceañera del mismo salón, un año después logra localizar el pueblo donde él lleva ahora una vida más o menos normal, y decide enviarle un telegrama avisándole que irá para allá, sin estar muy convencida de para qué, de modo que hace varios intentos, y siempre que termina uno, lo rompe de inmediato:
I:
Telegrama, telegrama,
dile que...
telegrama, telegrama,
lo encontré
¿Para qué
le he de ver?
Si ha un año no sé de él
¿Qué se ha hecho?
¿Con quién vive?
No lo sé
II:
Telegrama,telegrama
dile que
telegrama, telegrama
pienso en él
Oh, espero, realmente ansío
el ver su cara frente de mí
Dios mío, que desvarío
que yo me encuentre
pensando así
pues he sabido de Candy
Telegrama
y lo que hubo en su cama
Telegrama
debo sentirme loca
si es por eso que quiero verlo yo
III:
Verlo otra vez para mí bastaría,
más no sé que diría
si se lo propondría
Dios, no permitas que sea al revés
si no llega a suceder,
si no acude a la cita
y regreso del pueblo
sin saber de él
Qué extraño que piense yo en esto
qué raro
IV:
El platicar con él
pasear o sólo ir a tomar café
me haría tan feliz
poder ver sus ojos fijos en mí
V:
No sé que hacer ni por qué mandar,
no me lo puedo explicar,
porque enviar estas lineas
de una pobre niña
pidiéndole cran
Qué extraño que piense yo en esto
qué raro...
VI:
Telegrama, telegrama
dile que...
telegrama, telegrama,
allá voy.
agosto 16, 2004
Cuarto intento.Para Alberto y Javier, que saben de qué hablo.
En un penal de máxima seguridad, el psicólogo asignado recibe a los dos nuevos internos, llamémosles Juán y Pedro, y conforme los entrevista descubre que ambos criminales fueron compañeros de escuela.
Las declaraciones se mezclan e intercruzan en la mente del psicólogo:
Juán:
Cuando cumplí diez
mi mamá me propuso
vestir de clown
y hacer un show,
no para mí sino para ella misma
que era una actriz frustrada en su interior
¡Y cómo la vi ensayar
y coser su disfraz!
Sin poderlo evitar
el día llegó...
Mis amiguitos, maestros y primos
rieron a más y mejor
mi madre actuó de payasa en mi fiesta
y el vergonzoso era yo
Todos dijeron se habían divertido
pero faltaba lo peor:
pues me volví
en el salón
"hijo de clown"
Supongo fue
que así crecí
con ese odio
que me hizo hacer,
tras de crecer,
el mal
Entonces fue
que me volví
el serial killer,
sí,
serial killer...
sólo de clowns.
Dice Freud que todos los problemas
traen raíz desde la niñez
No lo sé, pero en mi caso, apenas
recuerdo a mi mamá
y ganas de matar
no me pueden faltar
a todo clown
Pedro:
Juán cumplió los diez
fue su madre payasa
y hubo pastel
globos también
Yo lo envidié por su madre,
no es guasa,
pues ese sí era amor muy maternal
y cuando fueron por mí
quise lo mismo, sí
mas mi madre rió
¡dijo que no!
Pues "una señora no hace desfiguros"
¡Cómo se me fue a ocurrir!
mi madre dijo "Jamás, te lo juro"
y no había qué discutir:
Tendría mi fiesta,
también con payasos,
pero ella no iba a salir
Y me volví
en el salón
el más tristón...
Supongo fue
que así crecí
con ese odio
que me hizo hacer,
tras de crecer,
el mal
Entonces fue
que me volví
el serial killer,
sí,
serial killer...
sólo de clowns.
Dice Freud que todos los problemas
traen raíz desde la niñez
No lo sé, pero en mi caso, apenas
recuerdo a mi mamá
y ganas de matar
no me pueden faltar
a todo clown
