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agosto 27, 2004Noveno intento. A veces se encuentra lo que se busca. I: He despertado con la sensación de hacerlo en sitios distintos la enciclopedia bilocación llama a este don divino Tengo otro cuerpo en algún lugar y sé que ese cuerpo se ha de preguntar en dónde estoy Empaco mis cosas con mucho afán mi alma curiosa me va a buscar A por mí voy ¿Qué resultará del encontrón? ¿Qué tema saldrá en nuestra conversación? Es una emoción muy superior tener ocasión de hablar con mi otro yo II: Miro los rostros con gran atención para sorprender al mío ¿Cuál es mi otro? Al ver su impresión a ver si no es que me río ¿Qué resultará del encontrón? ¿Qué tema saldrá en nuestra conversación? ¿Cómo me diré "Tú eres yo"? Mejor será dejar que yo haga la acción III: Me bajé en una gran estación lejos de mi casa y de mi ciudad el porqué no sé, no hubo razón quizá fue una simple frivolidad IV: Y en un café me vi sentado ahí leyendo un diario, bebiendo un té sin mucho esfuerzo me reconocí: tenía la ropa que usé ayer ¡Qué cosa cuando levanté la vista de aquel diario! ¡Mirarse la cara sin espejo es extraordinario! ¡Tiré yo la taza, tiré la maleta, corrí a la mesa, salí a la plaza, me dí un abrazo, sentí mi abrazo, y juro que nunca me había visto llorar! V: Tres horas de gran conversación como entre hermanos que no lo son anticipando siempre mi reacción ante tal o cual disertación VI: ¿Qué iba a escuchar que no supiera ya? Era yo mismo, qué duda hay Me dije que viniera a mi hogar y me repuse "El mío aquí está" "Entonces echemos suertes y el que pierda, a casa del otro mudará" propuse; Me vi hacerme el fuerte, yo iba a ganar la moneda al aire puse a girar... ¡Qué cosa tan rara, los dos gritamos "Quiero cara" y aquella moneda tenía, en efecto, dos caras! De modo que a nada llegamos y así comenzamos (como dos hermanos) a hacernos de manos, gritamos luchamos la gente nos vio forcejear ¡Pelear! VII: No creo que pronto habré de olvidar como es mi mirada de odio era tan obvio quién mejor que yo sabía muy bien dónde pegarme Me noqueé y seguí sangrando, sí en el tren cuando a casa me volví ¡Que se pudra mi otro! VIII: La bilocación no es un don que equivocación, no sé quién la inventó la bilocación, qué maldición no quiero volver jamás a esta sensación.
agosto 25, 2004Octavo intento. ¿Necesita introducción? 1. Ilusióname, hazme creer en la magia porque me da rabia ¡tanta! saber que no hay Santa ni tres reyes magos, ni huestes celestes ni Pérez, el ratón 2. Ilusióname, quiero creer bien profundo que no todo en este mundo es sólo "hay lo que ves" Ilusióname, que puedo volverme incrédulo y de ahí hacerme agnóstico en menos de lo que crees 3. No quiero ser un ateo mas según lo veo no habrá otro fin ¿Qué diferencia a un Maestro de un Santa, si a estos nadie los vio aquí? Y es que si todo tiene explicación si hay siempre un truco o una razón esta vida tan dura sin más ilusiones se vuelve una pura y futil estación; esta vida tan dura sin más ilusiones se vuelve una pura y futil estación 4. Y si a pesar de tanto chasco estoy dispuesto a otro fiasco, ¡Ilusióname, por favor! 5. Ilusióname, hazme creer en la magia porque me da rabia ¡tanta! saber que no hay Santa ni tres reyes magos ni huestes celestes ni Pérez, el ratón 6. Ilusióname, quiero creer bien profundo que no todo en este mundo es sólo "hay lo que ves" Ilusióname, que puedo volverme incrédulo y de ahí hacerme agnóstico en menos de lo que crees 7. No quiero ser un ateo mas según lo veo no habrá otro fin ¿Qué diferencia a un Maestro de un Santa, si a estos nadie los vio aquí? Y es que si todo tiene explicación si hay siempre un truco o una razón esta vida tan dura sin más ilusiones se vuelve una pura y futil estación; esta vida tan dura sin más ilusiones se vuelve una pura y futil estación.
agosto 23, 2004Séptimo intento. AVISO: Si aún crees en los Reyes Magos, deja de leer ya mismo. 1. Muchos amigos me han oido echar diatriba acerca de la realidad sobre el seis de enero. "¿Cuándo eres más creyente -les pregunto-, cuándo tienes más fe, que cuando eres niño?" y es justamente a muy tierna edad que te develan que la ilusión, que la creencia, que la magia en la que con tanta fuerza creías, no existe, y, al parecer, no ha existido jamás y no tiene trazas de existir en el futuro. 2. Bueno, uno logra sobreponerse. De un modo u otro, se soprepone. 2.bis. O eso parece. Porque luego llega la edad de escuchar a Silvio Rodríguez cantar eso de "...quería una princesa convertida en un dragón, quería el hacha de un brujo para echar en mi zurrón, quería un vellocino de oro para el reino, quería que Virgilio me llevara al infierno..." y que termina dejando amargo sabor de boca porque nos enteramos de que no hay tal. Nunca ha habido tal. Y jamás lo habrá, según se aspecta el porvenir. 3. Por estos días, he visto por televisión unos viejos programas cuyo título es algo así como "Grandes secretos de magia por fin revelados" y que en su momento causaron gran revuelo entre el gremio de magos e ilusionistas (ojo a la palabra) porque tratan, precisamente, de eso: de mostrar los trucos que se esconden en actos tan soprendentes como el esfumar a un elefante, o el cortar en varios pedazos a una mujer para volverla a unir con éxito después, o el desaparecer a una bellísima asistente (aunque no me explico para qué). Presentado el acto, enseguida se nos muestra, sin complicadas explicaciones, en qué consiste el truco: arneses de acero, espejos que disimulan fondos falsos o trampillas en el suelo, flexibilidad asombrosa de la bellísima asistente (digna de mejor uso), etcétera. 4. De este modo, el balance es desolador. No sólo no hay Santos Reyes (y, por las mismas causas y con la misma explicación, tampoco hay Santa Claus, no hay ratón o hada de los dientes,no existe conejo de Pascua, etcétera) sino que la magia que nos deja-ba de boca abierta (a cualquier edad), que nos hace-hacía reir como pequeñuelos, no es otra cosa sino un ardid tecnológico, de muy sencillo a extremadamente complejo según el truco, y que ahora, merced a la televisión, su verdad está al alcance de cualquiera. Entonces ¿no hay la mínima opción de algo en esta vida, que en verdad sea mágico, misterioso, inexplicable y por ello fascinante? 5. Chale: con estas decepciones, ¿a quién le dan ganas de hacer versitos chuscos?
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