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diciembre 20, 2004TARJETA NAVIDEÑA 6 Y ÚLTIMA De Francisco Montemayor (padre de familia) Para mi hijo Paco (siete años) Cuando yo tenía tu edad, pasamos una mala racha que nos dejó sin árbol navideño, y un viejo amigo de mi mamá, tu abuela, nos llevó de sorpresa un pequeño arbolito de plástico, que decoré enseguida. ¿Recuerdas aquel del que tanto te has reído, por maltrecho y viejo, que todavía saco por estas fechas para adornar el escritorio de mi oficina? Es ese. Entonces quizá no le dí el valor que tenía, pero el no haberme desecho de él luego de treinta años demuestra que aquella situación mucho me tocó. Y creo que ha llegado el momento de saber por qué: esta Navidad nosotros tampoco pondremos pino, pues, como sabes, los negocios han andado mal, a la baja. Por ello, en la caja adjunta encontrarás el mismo árbol que recibí yo a tu edad, en una Navidad en la que había perdido la esperanza de ver uno en casa. No sé si hay moraleja en esto o no, hijo querido, pero tal vez sí: En Navidad puedes esperar lo inesperado. Te quiero mucho.
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