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© Luis Felipe Hernández, México,
salvo especificación en contrario.
mayo 18, 2005
¿Còmo decirlo, sin decirlo? (III)
Ya me voy.
Me voy, pero no me voy.
A Banff, pero seguirè en el blog.
Menos frecuentemente, tal vez, o mucho màs frecuente, si las musas me juegan una mala pasada.
Me voy, pero me quedo.
mayo 17, 2005
¿Cómo decirlo, sin decirlo? (II)
Un profesor come lechuga, hoja por hoja, sin nada, sin aderezo ni aceite, nada: como un roedor, hoja tras hoja, que saca con parsimonia del bolsillo de su saco.
Otro, se echa el períodico sobre la cabeza y duerme la siesta... durante la comida del festejo docente.
Uno más, escribe esto en su blog, luego de un tiempo, preguntándose cómo decirlo, sin decirlo.
Día del maestro: después del día del padre, el festejo más ignorado del almanaque.
mayo 16, 2005
¿Cómo decirlo, sin decirlo? (I)
Una profesora afirma orgullosa que sus perros son sus hijos, y yo debo admitir que, por lo menos, sí se nota que les ha dado pecho.
Otra profesora se ve muy demacrada, como si la hubiera revolcado una ola... del Azteca.
Y una más se lamenta: como tiene dolor de estómago, está segura de que le dará un infarto (sic).
Entonces, ¿cómo decirlo sin decirlo?
Así hemos festejado el día del maestro.
Uts.
